Castaño y Sancho en la primera escena de sexo gay en Botineras. (Foto: Telefe)
Después del apasionado beso entre los personajes de Riveiro (Cristian Sancho) y Lalo (Ezequiel Castaño) en Botineras, la historia de amor entre los futbolistas avanzó y llegó el momento que todos estaban esperando: la primera escena de sexo.
“Mi personaje, ‘Lalo’, admira a ‘Riveiro’ y gusta de él porque es su ídolo desde siempre y, además, porque le brindó un lugar de contención”, contó Castaño a la revista Caras . La escena de sexo entre los futbolistas se vio el viernes en la noche por Telefé, después de que todo comenzara con un juego de seducción entre besos y abrazos en los vestuarios del club y terminara en un encuentro sexual en el cuarto de un hotel.
“Mi personaje, ‘Lalo’, admira a ‘Riveiro’ y gusta de él porque es su ídolo desde siempre y, además, porque le brindó un lugar de contención”, contó Castaño a la revista Caras . La escena de sexo entre los futbolistas se vio el viernes en la noche por Telefé, después de que todo comenzara con un juego de seducción entre besos y abrazos en los vestuarios del club y terminara en un encuentro sexual en el cuarto de un hotel.
Con respecto a la primera escena del beso, el actor que comenzó su carrera en Chiquititas aseguró que “no sabía lo que iba a suceder entre los personajes”. “Me enteré que íbamos a grabar la escena del primer beso casi sobre la marcha. En ese momento hablé con un productor para no descuidar ningún detalle. Tampoco queríamos herir susceptibilidades porque obviamente la comunidad gay se iba a sentir identificada. Cuidamos las escenas y las actuaciones desde el principio, no sólo los besos”.
Para la preparación del cuadro, tanto Castaño como Sancho pasaron más de una hora junto a uno de los productores para ensayar miradas y gestos. Luego fueron a almorzar y cuando volvieron, ensayaron nuevamente el beso para después grabarlo. “En un ensayo no se tira toda la carne al asador, por eso la grabación salió tan rica y eso que fue la primera vez que me toca dar un beso a un actor”, confesó el actor, de 28 años.
Para la preparación del cuadro, tanto Castaño como Sancho pasaron más de una hora junto a uno de los productores para ensayar miradas y gestos. Luego fueron a almorzar y cuando volvieron, ensayaron nuevamente el beso para después grabarlo. “En un ensayo no se tira toda la carne al asador, por eso la grabación salió tan rica y eso que fue la primera vez que me toca dar un beso a un actor”, confesó el actor, de 28 años.
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