Los asesinatos de las transexuales Yesenia Contreras Duque, Cheila Montes Espinel y Dany –ocurridos el sábado en Cúcuta- han renovado la preocupación entre la comunidad LGTB de esta ciudad colombiana fronteriza con Venezuela.
Según denuncia la organización Provida, la situación “puede ser el resultado de las amenazas hechas a dicha población en los llamados panfletos de limpieza social” en referencia a unos volantes que circularon en varios barrios de la ciudad y que contenían amenazas “a los drogadictos, ladrones, a quienes ejercen la prostitución y contras personas enfermas de sida”.
“Este hecho es un evento producido por la intolerancia y el estigma que se tiene sobre la población transgénero y/o transexual que presta sus servicios sexuales en el área, las cuales relacionan de manera general y no particular con hechos delictivos que se presentan en la zona”, señaló Provida en una carta a la secretaria de Gobierno departamental, Margarita Silva de Uribe.
Por su parte, el activista Nicolás Salazar Bautista advirtió que los crímenes de odio hacia la población LGTB se han duplicado en los últimos meses. “Los gobiernos no pueden ignorar por más tiempo esta situación, porque independientemente de la orientación sexual que se tenga, somos ciudadanos de un Estado de Derecho y seres humanos ante todo”, reclamó.
Hasta ahora, la policía de Cúcuta ha arrestado a Javier Valderrama Guerrero, presuntamente implicado en el homicidio de las mujeres trans.
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