A la hora de ser mordidas, y como para tantas otras cosas, las mujeres gritan demasiado. Un gay, en cambio, sabe apreciar un buen mordiscón y sólo emitirá un leve y dulce gemido, que incluso incentivará al vampiro para continuar con la succión (de su sangre, ¿se entiende?).
Seguramente el cuello de un chico gay tendrá una fragancia sofisticada. Eso se explica por nuestro excelente gusto para los perfumes de buena calidad (no los que se consiguen en un supermercado).
Como se puede apreciar en la pic, un gay que se precie de tal esperará a su vampiro por lo menos en slip, ahorrándole el innecesario trabajo de descubrir las zonas que desee morder.
Y mientras esperamos a nuestro vampiro, tal vez los gemelos Jarics terminen de rodar la peli que anticipa la revista Unzipped en la foto. Seguramente ellos sabrán cómo representar todas las fantasías que durante años acumulamos, pensando en escenas más calientes entre Tom Cruise y Brad Pitt, en Entrevista con un vampiro.
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