Se trata de una niña de casi dos años, hija biológica de una de las dos mujeres. La madre había quedado embarazada mediante el proceso de inseminación artificial. Mediante una acción de tutela, en primera instancia, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Río Negro (Antioquia), conminó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) a proceder con los trámites de adopción.
Según el abogado Germán Humberto Rincón Perfetti, quien manejó el caso, las dos mujeres -que son pareja desde el 2005 y que formalizaron su unión marital de hecho mediante notaría en marzo del 2008- le solicitaron al Icbf la adopción de la niña. Dicha petición fue rechazada por la entidad porque las parejas del mismo sexo no son consideradas como una familia legalmente constituida por la Constitución Política, y por tanto no pueden adoptar.
No obstante, ellas interpusieron la acción de tutela argumentando principalmente que, con la adopción, se estaría garantizando la protección de la niña y el cumplimiento de todos sus derechos. La pareja también alegó que a la niña se le estaban violando sus derechos fundamentales porque no podía recibir los beneficios legales de la otra madre que, aunque no lo es como tal ante la justicia, sí ocupa esa figura dentro del hogar y, sobre todo, ante la criatura.
Además, se anexó un concepto de una psicóloga experta en el tema de adopciones que explicó que la pequeña no presentaba ningún tipo de trastorno por tener, como figura de crianza, a dos mamás. El fallo estableció un plazo de 48 horas para que el Icbf haga efectiva la orden; no obstante, por ser un fallo en primera instancia, la entidad podría impugnar la sentencia.
"Estamos muy contentas. La niña merece la protección de dos adultos, que puedan educarla, amarla y decidir por ella. Este es un gran precedente en el país. Hay muchas parejas en la misma situación", dijo la madre biológica de la niña, quien prefirió no revelar su identidad para proteger a la menor.
Reacciones a favor y en contra
Hasta el momento el Icbf no se ha pronunciado al respecto. No obstante, la Iglesia sentó su voz de protesta frente a esta sentencia.
De acuerdo con monseñor José Vicente Córdoba, secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia, la Iglesia no puede aceptar la constitución de un hogar conformado por una pareja del mismo sexo, pues eso va en contravía de "lo que ordena Dios bajo el matrimonio de un hombre y una mujer, con unos hijos".
Según Córdoba, el niño, al no tener unas figuras paternas claras de padre y madre -porque tiene dos madres, en este caso- va a tener graves complicaciones a la hora de identificar su rol sexual, y no va a tener claridad sobre lo femenino y lo masculino.
"En estos casos, el niño no va a recibir una formación adecuada y va a tener problemas con su identidad sexual", puntualizó Córdoba.
Por su parte Elizabeth Castillo, coordinadora del Grupo de Mamás Lesbianas, sostuvo que con esta sentencia se está saldando un vacío muy grande con los hijos de las personas homosexuales, que son criados por dos mamás o dos papás, y que por fin podrán recibir los beneficios de las dos personas que los están formando.
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