Organizaciones y activistas LGTB protestaron este sábado frente a las principales catedrales del mundo respondiendo a la convocatoria lanzada por la Asociacion Internacional de Gays, Lesbianas y Trans (ILGA) para repudiar los casos de pedofilia por parte de los sacerdotes.
En Buenos Aires, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) repudió en un acto público frente a la catedral de Buenos Aires los abusos sexuales cometidos por clérigos católicos y que, según denunció, son ocultados “en forma sistemática” por la jerarquía de la Iglesia.
Los manifestantes se concentraron con la intención de también “desagraviar a la diversidad sexual”, con una pancarta con la leyenda “el abuso es un crimen, la homosexualidad no lo es”.
El presidente de la CHA, César Cigliutti, explicó que la acción pública se realizó para “denunciar la política vaticana” y a los obispos argentinos “por su complicidad y el ocultamiento de los abusos de menores realizados por sacerdotes”.
La protesta también se realizó en Lima, frente a la Nunciatura Apostólica de Perú convocada por la Red Peruana TLGB (Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales) y congregó a un centenar de activistas en favor de los derechos humanos y contra la violencia sexual, feministas, homosexuales y estudiantes en el distrito de Jesús María, donde se encuentra la sede de la Nunciatura en la capital peruana.
Sin embargo, la convocatoria de los grupos homosexuales encontró también una reacción en organizaciones católicas, que pidieron a sus fieles acudir, una hora antes, para rezar el rosario en los exteriores de la sede del representante del Vaticano en el país.
Así, alrededor de 30 fieles católicos se mantuvieron rezando y lanzando sus propias proclamas a favor de la Iglesia, en una especie de competencia con los manifestantes.
No obstante, los homosexuales les respondieron con el lema de que “ni rezos ni oración detendrán al violador” y “no a la impunidad”.
La portavoz de la Red Peruana TLGB, Maribel Reyes, dijo que se trató de una protesta pacífica y que se evitó la confrontación en todo momento, incluso cuando un cura se acercó a ellos para intentar bendecirlos.
La escena se repitió en Santiago, en la que miembros del Movimiento Unificado de Minoría Sexuales (Mums)se concentraron en la PLaza de Armas donde los activistas de la Diversidad Sexual llegaron hasta la sede diplomática fuertemente custodiada y solicitaron ser recibidos por alguna autoridad, lo que les fue negado bajo la insólita explicación: “No hay quien los pueda recibir”. Ante dicha situación representantes del Movimiento de la diversidad sexual solicitaron hacer entrega de una carta dirigida al Nuncio.
El Movimiento Unificado de Minorías Sexuales insta al Estado Vaticano a disculparse y corregir su actuar. “No es posible que la Iglesia, como institución, todavía mantenga políticas de ocultamiento e impunidad de estos delitos a través de traslados de los sacerdotes que han cometido abusos y la no denuncia a la justicia civil”.”Por otra parte podemos darnos cuenta que la discriminación hacía la diversidad sexual sigue patente en algunos sectores como la jerarquía de la Iglesia Católica” indica Angélica Valderrama, Presidenta de Mums.
En Paris, un centenar de personas se reunieron convocados por la Interasociación de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (Inter-LGBT), que reagrupa a unas sesenta entidades, los manifestantes quisieron “denunciar las declaraciones escandalosas procedentes del Vaticano, dado que fue el número dos del Papa el que las hizo”, declaró Daniel Meyer, tesorero de la organización.
Durante algo más de una hora, gritaron consignas como “Vaticano, Estado homófobo”.
Protesta similares se realizaron durante la semana en Managua (Nicaragua) y en Bogotá (Colombia).
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