El
camino hacia la creación de una vacuna que pueda proteger contra el VIH
se ha encontrado con muchos callejones sin salida, pero recientes
estudios en monos sugieren que una nueva vía podría haber sido hallada.
Los investigadores dicen que dos nuevas vacunas experimentales
protegieron parcialmente a los monos de una infección similar a la
causada por VIH, reduciendo la probabilidad de contraer la enfermedad
entre un 80% y un 83%, en comparación con el placebo.
Ambos estudios, publicados en la revista Nature esta
semana, probaron varios regímenes de vacunación contra el virus de
inmunodeficiencia en simios (SIV, por sus siglas en inglés) en 40 monos
rhesus. Los investigadores descubrieron que las vacunas proporcionaron
cierta protección a los monos que fueron expuestos a una cepa de SIV de
extrema virulencia y difícil de neutralizar. Las vacunas no sólo
redujeron la probabilidad de infección, también redujeron
sustancialmente la cantidad de virus en la sangre de los monos
infectados.
“Este
tipo de protección, en términos del bloqueo de la adquisición de este
resistente virus en pruebas, no había sido visto antes en ninguna otra
vacuna en este modelo animal”, dijo el médico Dan Barouch, profesor
asociado de la escuela de Medicina de Harvard y autor principal del
estudio. “Así que creo que hay razones para ser optimistas. De hecho,
creo que somos más optimistas que nunca sobre la posibilidad de una
vacuna contra el VIH para seres humanos”.
El
SIV es muy similar al VIH y dará a los investigadores perspectiva y
pistas sobre la manera de diseñar una vacuna contra el VIH para seres
humanos. “Tienen que realizarse ensayos clínicos y no hay garantía, pero
el modelo de SIV en los monos rhesus es la mejor prueba preclínica de
estrategias de vacuna antes de realizar pruebas de vacunación contra el
VIH en humanos”, afirma Barouch.
La
dosis del virus utilizada en los estudios animales fue 100 veces más
infecciosa que lo que se registra en la exposición humana, de acuerdo
con Barouch. Una vez vacunados, los monos recibieron múltiples
exposiciones al SIV durante un período determinado. Eventualmente, la
mayoría de ellos resultaron infectados, pero los resultados son
prometedores. “Los datos muestran que estas vacunas candidatas lograron
una mejor protección en estos modelos preclínicos que otras previamente
analizadas y, por lo tanto, somos optimistas acerca de probar a las
nuevas candidatas líderes contra el VIH en ensayos clínicos”.
El
Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados
Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), parte de los Institutos
Nacionales de Salud estadounidenses, realiza y apoya estudios de vacunas
contra el VIH en todo el mundo, y ayudó a financiar esta investigación.
“Lo
que hace este trabajo tan notable es que representa la primera vez que
hemos identificado la correlación probable, tanto para la protección
contra la adquisición del VIH como para el control de la replicación
viral”, dijo Carl Dieffenbach, director de la división de sida del
NIAID. “Esto tendrá implicaciones importantes para la próxima ronda de
ensayos clínicos de vacunas contra el VIH”.
Ahora,
los investigadores planean probar una versión adaptada al ser humano de
una de las combinaciones de la vacuna en adultos sanos en Estados
Unidos y a nivel internacional. Incluso la producción ya ha comenzado.
“No es posible predecir cómo se desempeñará esta vacuna en los seres
humanos, pero este estudio impulsa nuestra comprensión sobre la
patogénesis e inmunidad al sida”, afirma Barouch.
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