Representantes de la Policía Metropolitana y del Ministerio del Interior, activistas y líderes de los sectores sociales de la población LGBTI se reunieron en la segunda Mesa de Casos Urgentes de la comunidad gay de Barranquilla y el Atlántico.
La reunión, que se llevó a cabo ayer en las instalaciones de la discoteca The Heaven, se realizó con el propósito de hacer seguimiento a las situaciones que ponen en riesgo los derechos de la población LGBT y para formular respuestas inmediatas por parte de las autoridades que participan.
De acuerdo con el Observatorio de Derechos Humanos de la Corporación Caribe Afirmativo, durante el 2012 en la Región Caribe se han registrado 15 homicidios de personas de la población LGBT, 8 pertenecen al Atlántico: 4 mujeres trans y 4 hombres gay ocurridos en Barranquilla, Malambo y Puerto Colombia.
Su “escenario violento estuvo marcado por prácticas discriminatorias, excluyentes y prejuiciosas. Igual situación ocurre con las agresiones policiales en lo que va de 2012. Hemos documentado 5 agresiones por parte de uniformados de la Policía en el área metropolitana, cuyas víctimas son todas mujeres trans en el espacio público dedicadas al ejercicio del trabajo sexual; y 3 situaciones más, de 2 hombres gay de Barranquilla y una mujer trans en Soledad quienes fueron atacadas por miembros de grupos al margen de la ley que pusieron en riesgo su vida”, dice el informe de la corporación.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, afirma que la situación en Barranquilla y el Atlántico es preocupante y por ello es importante la realización de la segunda Mesa sobre Casos Urgentes.
Asegura que en la primera mesa –realizada en mayo– por parte de la sociedad civil se denunció violación y vulneración de derechos, y se establecieron compromisos por parte de la población LGBT. Ante la necesidad urgente de establecer canales de atención, asesoría y garantía de derechos por parte del Estado, las autoridades locales también se comprometieron a garantizar el respeto de los derechos de las personas LGBT.
Ayer se evaluaron los compromisos hechos por la Policía y los líderes LGBT ventilaron dos situaciones: “la primera es que en la Oficina de Atención al Ciudadano de la Policía no le están recibiendo de forma adecuada la denuncia a las víctimas de agresiones y, la segunda es que muchos uniformados desconocen la directiva 006 de 2010, que compromete a la Policía con el respeto y protección de la población LGBT, y por el contrario agreden a la comunidad gay, se tapan sus placas y amenazan a estas personas para que no los denuncien”, indicó.
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